Descubren un réptil prehistórico que es pariente del cocodrilo actual
Suele suceder que los paleontólogos se sorprenden con el hallazgo de una nueva especie de animal prehistórico. Eso es lo que ocurrió esta semana en la región de Aysén, en Chile. Ya que, investigadores chilenos y argentinos descubrieron una nueva especie de reptil prehistórico, ancestro de los cocodrilos actuales.
Encontraron los restos de un réptil prehistórico que vivió en la Patagonia argentina/chilena
El reptil prehistórico habitó la Patagonia en lo que son hoy en día territorios de Argentina y Chile. Su existencia data de hace 148 millones de años más o menos. El descubrimiento lo realizaron en la región cordillerana de Aysén que es territorio chileno.
Lo bautizaron con el nombre de Burkesuchus Mallingrandensis. La noticia la publicaron en la revista Scientific Report que pertenece al grupo Nature. No es más grande que un lagarto actual y midió alrededor de 70 centímetros y caminaba sobre sus cuatro patas.
El nombre con que lo llamaron, es un homenaje al investigador estadounidense Coleman Burke. Un entusiasta de la paleontología y de la Patagonia. Por esta razón, la traducción del nombre es «cocodrilo de Burke», que procede de Mallín Grande. El investigador Burke falleció en 2020.
El nuevo reptil tenía su parte dorsal cubierta de dos hileras de placas óseas, que le brindaban protección ante sus depredadores. No fueron halladas sus mandíbulas ni sus dientes, aunque se cree que se alimentaba de pequeñas presas.
Hallazgo sorpresivo en una zona de difícil acceso
La expedición se llevó a cabo mediante un gran operativo logístico por lo inaccesible de la zona del hallazgo. Los restos óseos estaban a 1500 metros de altura, en una zona cubierta de nieve que está atravesada con ríos de deshielo muy caudalosos.
Los restos óseos descubiertos corresponden a una parte del cráneo, las extremidades inferiores y la columna vertebral. Según los científicos, el reptil hallado es uno de los más antiguos ancestros de los cocodrilos actuales. Ya hace 150 millones de años, comenzaba su metamorfosis para adaptarse a la vida anfibia.
La gran porción del cráneo hallado, permite comparar con otras especies. Además, pudieron verificar si en verdad se trata de una especie nueva. La estructura craneal muestra que tenía una solapa carnosa que protegía sus oídos al sumergirse. La misma solapa con que cuentan las especies actuales de cocodrilos.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que el lugar donde compartieron su vida los cocodrilos y los dinosaurios era volcánico. Habitaban cerca de un mar que había allí en la época del Jurásico. Además de la especie descubierta, convivían varias más. El Chilesaurus, que medía tres metros y otros de cuello largo como el Diplodocus.
La zona de Aysén posee un gran yacimiento de fósiles pertenecientes al Jurásico. Sin embargo, es una región de difícil acceso. Se debe cruzar un caudaloso río, que no posee puente, montar un campamento y cabalgar una hora y media para llegar a la zona del hallazgo.
Cabe destacar que el descubrimiento de los restos del réptil prehistórico data del año 2013. Sin embargo, el estudio que se realizó posteriormente al descubrimiento, acaba de finalizar y se concluyó que se trata de una especie desconocida.