¿Qué tipo de placa es más propensa a crear tsunamis?
Un nuevo mapa realizado sobre el fondo oceánico de la costa de Alaska muestra características geológicas que se asemejan a la zona que generó el tusnami de 2011 en Japón. Este reciente descubrimiento implica que hasta ahora se ha subestimado el riesgo de tsunami en dicha región.
El hallazgo, publicado en Nature Geoscience, muestra como la región -Shumagin Gap- es uan zona de «subducción progresiva» de 145 kilómetros paralela a la costa de Alaska. El equipo registró una serie de pequeños terremotos en la región, lo que sugiere que la falla está activa.
«Este descubrimiento sugiere que esta parte de Alaska es particularmente propensa a la generación de tsunamis», afirma en un comunicado la autora principal Anne Bécel, del Observatorio Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia. «La posibilidad de que tales características estén en otras zonas es muy alta, y es de importancia mundial».
Anes del tsunami de Japón del 2011, se creía que las zonas de subducción regulares eran las más peligrosas; en esas áreas, una placa se hunde debajo de la otra, aumentando la tensión hasta que se libera en forma de terremoto. Las zonas de subducción de arrastre, por otro lado, tienden a liberar la tensión en forma de pequeños terremotos más frecuentes, por lo que se evita la formación de maremotos más grandes.
Pero ahora los investigaciones piensan que las zonas de subducción progresiva podrían separarse parcialmente de la placa principal. Incluso un sismo moderado podría hacer que el suelo del océano salte hacia arriba y hacia abajo, creando un poderoso tsunami.
«Con esa gran falla, la parte externa de la placa podría moverse independientemente y hacer que un tsunami sea mucho más efectivo», afirma la coautora Donna Shillington. «Se obtiene un movimiento mucho más vertical si la parte que se mueve está cerca de la superficie del fondo marino».
La zona de subducción progresiva es mucho más pequeña y ligera que el resto de la placa, por lo que una vez el movimiento pasa por debajo de él, se eleva más alto y rápido que el resto. Si bien el riesgo es mayor de lo que se pensaba anteriormente, es difícil cuantificar con exactitud el riesgo de vivir cerca de estas áreas.
Cada fragmento de información nueva proporciona más conocimiento, y esperemos que pronto se sepa lo suficiente para mejorar la seguridad de los habitantes antes de que se produzca otro devastador tsunami.