La primera mujer en circunnavegar la Tierra lo hizo 247 años después que el primer hombre
Aunque lo correcto, en lugar de decir «el primer hombre», sería «los primeros hombres», ya que Sebastián Elcano no se encontraba sólo en su barco cuando logró la gran hazaña allá por el 1522.
Antiguamente no era frecuente que una mujer se embarcara a navegar, incluso se decía que tener a una mujer a bordo daba mal fario a la tripulación. Jeanne Baré (también escrito «Baret«) consiguió dar la vuelta al mundo en barco gracias a que se disfrazó de hombre. Cuando el resto de la tripulación se dio cuenta de que en realidad era una mujer ya se encontraban en Tahití y llevaban un año viajando.
Baré era una afamada botánica, y embarcó en una expedición francesa como ayudante del también botánico Philibert Commerson. la expedición contaba con dos navíos de guerra franceses, al mando de Louis Antoine de Bougainville (nombre curioso para alguien que dirigía una expedición con botánicos a bordo, creo yo). Sin embargo, Baré no completó la vuelta al mundo con la expedición. Cuando se descubrió que era mujer fue obligada a desembarcar en Isla Mauricio, junto a Commerson. Sola y sin recursos, abrió un cabaret en Puerto Luis, donde años después conoció a un oficial naval francés, Jean Dubernat. Se casaron y volvieron a Francia, completando así la vuelta al mundo de Baré.
Cuando volvió a Francia llevó consigo unas 30 cajas de material recogido por ella y Commerson, que incluían ejemplares de unas 5.000 especies, 3.000 de las cuales no se habían descrito antes. El propio Luis XVI, al enterarse de la historia, reconoció sus méritos, admiró lo extraordinario de su viaje y le otorgó una renta vitalicia.
Durante el viaje, Commerson dedicó a baré el nombre de un arbusto que no se había descrito antes, el Baretia bonnafidia. Sin embargo, más tarde el nombre le fue cambiado a Turraea heterophylla. Recientemente el biólogo norteamericano Eric Tepe ha honrado el recuerdo de Baré nombrando otra especie en su honor, la Solanum baretiae (imagen de la izquierda). Cabe decir que Commerson dio su propio nombre a más de 70 especies (con la terminación comersonii), e incluso a un género (Comersonia).