Las aves vuelan por el cielo para emigrar a otro lugar debido a los cambios de estaciones. Esto se debe a que el cambio de lugar supone para ellas la mejora de vida en cuanto a la alimentación y el clima. Las aves siempre vuelan formando una “V”, como la forma de un avión.
La respuesta se encuentra en que volando de esa forma aprovechan la aerodinámica que proporciona para conservar energía, ya que los viajes suelen ser muy largos. Además, para aprovechar la aerodinámica tienen que ir perfectamente coordinadas, por ello siempre mueven las alas en el momento adecuado y llevan la separación justa entre unas y otras, así aprovechan la corriente que dejan las demás que les preceden.
Han realizado un estudio con el ave sagrada del antiguo Egipto, Ibis eremita, para que siga a un avión ultraligero y hacerla regresar al mismo lugar, ya que están en peligro de extinción. Les colocaron un GPS para registrar los aleteos de las aves y recogieron los datos durante 36 días que duró la migración. El resultado fue que las aves aleteaban a la par para aprovechar la aerodinámica y, en el momento en que alguna rompía la formación, se rompía la aerodinámica.
