¿Por qué a veces se ve la Luna de día?
Algunas veces, por la mañana o a media tarde, cuando el cielo luce un bonito color azul, vemos nuestro satélite tal y como lo podríamos hacer por la noche. A pesar de que sea algo habitual, suele llamar la atención; ¿por qué ocurre este fenómeno, llamado luna de día? Esto se da como parte de proceso del ciclo natural de rotación y traslación de la Luna y la Tierra.
La Luna se ve desde nuestro planeta con diferente aspecto, dependiendo de su posición relativa con respecto a la Tierra y al Sol. A estas variaciones se les llama fases: luna nueva, cuarto creciente, luna llena y cuarto menguante. La primera no se puede ver, el cuarto creciente se ve por el aterdecer y por la noche, la luna llena solo puede ser vista por la noche, y el cuarto menguante al amanecer y por la mañana.
En la Luna nueva, el satélite está alineado con el Sol y no podemos verla desde la Tierra porque está ensombrecida por el resplandor. A medida que va creciendo, primero aparece una especie de ‘)’ en el hemisferio norte y una ‘(‘ en el hemisferio sur. A medida que pasan los días, nuestra perspectiva de la Luna va creciendo y su luminosidad aumenta.
«Desde la perspectiva de un espectador situado en la Tierra, la Luna se va separando del Sol y escondiéndose tras el horizonte cada día más tarde que nuestra estrella por lo que podemos ver la Luna de día, por la tarde y al anochecer», afirma Antonio Pérez Verde, astrónomo de la Red Española para la Divulgación de la Astronomía.
Luego, la Luna sigue rotando alrededor de la Tierra y entra en fase menguante. «En esta fase, la Luna va apareciendo por el horizonte cada vez más tarde desde que el Sol se esconde», explica Antonio Pérez, por eso vemos la Luna de madrugada y por la mañana.