Playas estadounidenses son invadidas por seres azules. Impresionante
Todos los años, con la llegada de la primavera, las playas de arena blanca, se tapizan de un manto azul brillante, cuando unos seres de las profundidades emergen a la superficie e invaden las costas. Se trata de millones de Velella Velella, y no representan un peligro para los humanos. Comúnmente, viven en los mares templados y tropicales pero, en la época primaveral, un fenómeno natural que cambia el curso de las mareas, las conduce, de forma masiva, hacia la costa oeste de América del Norte, desde Columbia Británica hasta California. La magnitud de este evento es impresionante.
«Los vientos cambian. De pronto llenan toda la costa y podemos ver de lo que realmente está hecho el océano”, explicó el director de educación en el Acuario del Pacífico en Long Beach (California), David Bader. “Estas extrañas criaturas forman parte de esa realidad que en ocasiones resulta más misteriosa que la propia ficción”.
Estas criaturas azules transparentes, de aspecto similar a las medusas, son popularmente denominadas «velas moradas». Su denominación, tanto la científica como la popular, viene de velero, pues navegan por la superficie del mar propulsadas por una distintiva membrana transparente y triangular, similar a una vela, que atrapa el viento.
Su cuerpo es oval y azul, del tamaño de la palma de una mano y por debajo de su estructura, tiene tentáculos que utiliza para capturar plancton y huevos de pez. Pertenecen al filo de los cnidarios. El nombre de este filo, que incluye también las medusas, se debe a la presencia de unas células urticantes llamadas cnidocitos, presentes en los tentáculos de todos los miembros del filo.
Las toxinas segregadas por los cnidocitos, les permiten atrapar su alimento, generalmente plancton. Son inofensivas para los seres humanos, pues no son capaces de atravesar nuestra piel; sin embargo pueden llegar a generar complicaciones si entran en contacto con los ojos o alguna herida.
Con el paso de los días, las velas moradas mueren. Un fenómeno que se hace notar, pues pierden su intenso color azul y a su vez, su textura gelatinosa, volviéndose rígidas. De todas maneras, para la tranquilidad de todos, se ha descartado que esta acumulación y posterior muerte de velas moradas se deba a la destrucción del medio ambiente, según el artículo de IFL Science.