Nuestro cuerpo libera una hormona que nos inmoviliza por la noche para no hacernos daño. Este sistema falla en el caso de la gente sonámbula. Esta sustancia «desactiva» los movimientos de nuestro cuerpo, así evitando hacernos daño moviendo los brazos o piernas en respuesta a estímulos que puede producir un sueño.
También existe, en el ámbito del sueño, la llamada “Parálisis del sueño” como los especialistas la han llamado, y que no es más que el momento en el cual la mente se despierta antes que el resto del cuerpo y este aun no ha eliminado esa hormona, lo que deriva en una traumática sensación de inmovilidad al querer abrir los ojos, levantarnos o lo que sea.
Lo mejor en caso de ser “víctima” de este fenomeno es tranquilizarse y dejar que el cuerpo lentamente retome su normal sensibilidad, lo cual no tardara mas que algunos pocos instantes. Es normal sentir que no podemos respirar o que estamos por morir, pero la verdad es que ninguna de esas cosas pueden suceder.
