El gobierno noruego ha prometido que su nación será la primera en ser libre de la desforestación, imponiendo requisitos para asegurar que las adquisiciones públicas no contribuyan a la destrucción de la cubierta forestal.
Esto significa que el gobierno del país europeo ya no adjudicará contratos a empresas que utiliza materiales extraídos del bosque. Muchos de los productos utilizados como materias primeras en el mundo están vinculados al aprovechamiento de los árboles, que a la larga perjudica tanto a la tierra como a la atmósfera. El funcionamiento de dichos acuerdos todavía no se han anunciado, pero ya ha sido bien recibido por los grupos más ecologistas.
«Esta es una victoria importante en la lucha para proteger las selvas del mundo. En los últimos años, un número de compañías se han comprometido a poner fin a la adquisición de bienes que se pueden vincular a la destrucción de la selva», afirma Nils Hermann Ranum, del Rainforest Foundation Norway, una organización que ha trabajado con el gobierno para lograr que se llegue a este compromiso. «Hasta ahora, ningún gobierno se ha comprometido a hacer algo similar. Por lo tanto, es muy positivo que Noruega esté dando ejemplo».
Pero dicha compañía no cree que las cosas deban terminarse aquí. Han pedido a otras naciones (Alemania y Reino Unido) que se comprometan a hacer lo mismo, basándose en una declaración conjunta con el gobierno noruego en la Cumbre del Clima de la ONU en Nueva York el pasado 2014. Durante la conferencia, las tres naciones dijeron que querían «promover compromisos nacionales que fomenten cadenas de suministro libres de desforestación, gracias a las medidas políticas de contratación pública de forma sostenible, en materiales como el aceite de palma, la soja, carne de res y la madera». Con Noruega habiendo cumplido su compromiso, quieren que estas otras naciones den un paso más.
Aunque el compromiso de Noruega para dejar de contribuir a la desforestación es una idea brillante, no cabe olvidar que dicho país es uno de los mayores productores mundiales de petróleo y gas. Noruega siempre ha estado explotando las grandes reservas halladas en el Mar del Norte, y ahora quieren explotar las que se encuentran en el Mar de Barents, lindando con el círculo polar ártico.
Aún así, y a pesar de que es un país fuertemente dependiente de la quema de combustibles fósiles, el país ya ha afirmado que en 2025 sólo se venderán coches eléctricos en su territorio.
