¿Por qué los machos de la mantis religiosa se dejan comer la cabeza?
Aunque el canibalismo postcoital o sexual se ha observado en varias especies del reino animal, esta práctica no tiene muchos beneficios inmediatos (especialmente para los hombres). Sin embargo, un nuevo estudio que aparece en Proceedings of the Royal Society B revela que, al ser comido por la hembra, el macho de la mantis religiosa «invierte» en sus jóvenes, «sabiendo» que si ofrece su cabeza, la hembra tendrá más huevos.
Previamente se ha sugerido que los beneficios de ser comido inmediatamente después del sexo puede beneficiar a la cantidad de nutrientes obtenidos por los huevos que criará la hembra. Para probar esta idea, los investigadores alimentaron a un grupo de hembras de mantis religiosa con algunos grillos, y luego se les permitió aparearse con los machos. Inmediatamente después del coito, los expertos retiraron la mitad de los varones, salvándolos de ser canibalizados, mientras que la otra mitad se les dejó que fueran comidos por sus parejas.
Tras esto, se encontró que aquellas mantis que no comieron la cabeza al macho produjeron de promedio 258 huevos fertilizados, mientras que aquellas que sí devoraron la tez a su compañero producían, de media, unos 50,9 huevos de más. «Sobre la base de los resultados de nuestro estudio, los hombres canibalizados tienen la posibilidad de producir más hijos de una sola camada, abonando 50,9 huevos más de promedio. Aún así, pierden la oportunidad de fertilizar a otra mujer», afirman los investigadores encargados del estudio.
Por lo tanto, cuando las oportunidades de re-apareamiento son limitadas, la oportunidad de fertilizar estos 51 huevos extra puede ser beneficioso, y podría explicar el «auto-sacrificio» que toman los machos en dichas situaciones.