Los triops o gambas dinosaurio
Son crustáceos prehistóricos que creían extintos
Los triops, también llamados gambas dinosaurio, comparten nuestro planeta desde la época de los dinosaurios. Se creían extintos, hasta que recientemente, tras una gran tormenta, en el desierto de Arizona, descubrieron cientos de ejemplares de esta especie.
Resurgir de una especie que se creía extinta
Un grupo de turistas que visitaba el Monumento Nacional Wupatki, en el norte de Arizona, descubrió cientos de Triops longicaudatus, un crustáceo prehistórico que convivió con los dinosaurios y aún existe. Las tormentas recientes inundaron las antiguas estructuras de los indios Pueblo, revelando inesperadamente a los triops ante turistas y guardaparques.
Este año, en España, en la Comunidad Valenciana, también encontraron tres poblaciones silvestres de la especie y establecieron una charca protegida en Serra de Mariola, Alicante, según anunció la Conselleria de Medio Ambiente de Valencia.
¿Cómo son los triops o gambas dinosaurio?
Son pequeños crustáceos de la orden Notostraca que existen desde tiempos prehistóricos. Su apariencia y estructura anatómica no cambió significativamente en millones de años, por lo que ganaron el apodo de “fósiles vivientes”.
Poseen un cuerpo aplanado y segmentado, con una cabeza prominente y un caparazón protector. A su vez, sus ojos compuestos y apéndices ventrales facilitan natación y excavación. Se encuentran en cuerpos de agua temporales como charcas y estanques que se forman después de las lluvias.
Resiliencia y supervivencia: el secreto de los triops
Su ciclo de vida es rápido y pueden completar su desarrollo en unas pocas semanas. Ponen huevos que pueden resistir condiciones extremas y permanecer inactivos durante largos períodos, hasta que las condiciones son las adecuadas para su eclosión.
Asimismo, son capaces de sobrevivir en ambientes hostiles debido a su capacidad de poner huevos resistentes. Los huevos de triops pueden resistir desecación, altas temperaturas y otras condiciones adversas durante muchos años.
Se alimentan de una variedad de materiales orgánicos, incluyendo algas, detritos y pequeños invertebrados, y pueden reproducirse tanto sexualmente como por partenogénesis. O sea, que las hembras pueden producir huevos sin necesidad de machos.
Juegan un papel importante en los ecosistemas acuáticos temporales, puesto que ayudan a controlar las poblaciones de otros pequeños invertebrados y reciclan nutrientes.
Existen desde hace más de 200 millones de años, prácticamente sin cambios significativos, lo que los convierte en una de las criaturas más antiguas que aún existen hoy en día. La clave es su capacidad de adaptarse a ambientes extremos y su resiliencia. Su estudio ofrece una ventana al pasado y nos ayuda a entender mejor la evolución y la adaptación de los seres vivos.