Una pregunta nueva y desconcertante ha surgido entre los científicos: ¿los pulpos sueñan? Siendo el animal que más nos recuerda a las imágenes que relacionamos con los extraterrestres, no es imposible. Un video revelador nos brinda luces acerca de esto.
Existe un pulpo llamado Heidi. Parece estar durmiendo. Su cuerpo permanece quieto, y sus ocho brazos permanecen escondidos. Pero su piel parece no dar tregua: su tonalidad va desde un blanco espectral hasta el amarillo, pasando por rachas de rojo oscuro antes de convertirse en un patrón moteado y luego a un tono verdoso. Su cuerpo está relajado en todo momento, y sin embargo algo parece ocurrir en su organismo.
Heidi es la protagonista de Octopus: Making Contact, un documental sobre el comportamiento de estos cefalópodos emitido por la cadena PBS y cuyo vídeo promocional, difundido por la revista Nature ha creado un gran revuelo.
El reportaje ha sido dirigido por David Scheel, biólogo marino de la Universidad Alaska Pacific, quien estudió de cerca a este cefalópodo durante años. El investigador asegura que el cefalópodo se comporta de esta manera extraña debido a que está soñando. “Debe de ser un momento dramático», apostilla Scheel, quien imagina que el animal se comporta como si acabar de capturar un cangrejo. Si es o no cierto que Heidi está en el séptimo sueño lo decidirán la comunidad científica. De momento, lo que nadie puede negar es que estas imágenes son, cuanto menos, sorprendentes.
Y si los pulpos sueñan, estamos seguros de que deben de tener sueños muy vívidos: tanto como para cambiar de color incesantemente.
