Se trata de algunos peces de las cavernas que perdieron la visión a lo largo de su evolución. Resulta que desarrollaron una cantidad desmesurada de papilas gustativas en la cabeza y el mentón. Así es: los peces ciegos tienen excelente gusto. El estudio está en la revista Nature Communications Biology.
Científicos de la Universidad de Cincinnati determinaron cuándo comienzan a aparecer las papilas gustativas en áreas más allá de la cavidad oral. Los peces ciegos de las cavernas evolucionaron en estanques de cuevas en el noreste de México. Son de color rosa pálido y casi translúcidos en comparación con sus contrapartes plateadas que viven en ríos y arroyos superficiales. Tienen el contorno más tenue de las cuencas oculares.
Papilas en la cabeza
«La regresión, como la pérdida de la vista y la pigmentación, es un fenómeno bien estudiado. Las bases biológicas de las características constructivas son menos conocidas». Lo dice en un comunicado el autor principal del artículo, el profesor y biólogo de la UC Joshua Gross. Su laboratorio se dedica al estudio de la evolución y el desarrollo de los vertebrados que habitan en cuevas.
Estudiaron la especie Astyanax mexicanus. Incluidas dos poblaciones separadas de peces de las cavernas de las cuevas de Pachón y Tinaja en el noroeste de México. Son conocidas por tener papilas gustativas adicionales.
La cantidad de papilas gustativas es similar a la de los peces de la superficie desde el nacimiento hasta los 5 meses de edad. Luego, aparecen en la cabeza y el mentón en pequeñas cantidades, hasta los 18 meses.
Adaptación
Se relaciona con el momento en que los peces de las cavernas dejan de comer otros alimentos vivos para su sustento. Comienzan a buscar otras fuentes de alimento, como el guano de murciélago. La expansión puede ocurrir en otras ubicaciones de cuevas donde no hay poblaciones de murciélagos. Al tener más papilas gustativas, los peces de las cavernas tienen un sentido del gusto más agudo. «Probablemente sea un rasgo adaptativo».
Los peces ciegos tienen excelente gusto. Sin embargo, «no está claro cuál es la relevancia precisa de este sistema de gusto aumentado», afirma Gross. Por eso, el equipo inició nuevos estudios centrados en el gusto, exponiendo a los peces a diferentes sabores, como el ácido, el dulce y el amargo.
