Los fascinantes palacios de hielo de Kamchatka
En la península de Kamchatka, en el extremo más oriental y salvaje de Rusia, se esconden parajes espectaculares casi irreales: Las cuevas de hielo ubicadas a los pies del volcán de Mutnovsky. En una tierra indómita llena de volcanes activos cubiertos de hielo, se combinan combinan fuentes termales volcánicas, hielo y luz solar, dando lugar a un espectáculo de colores de cuento de fantasía.
En los últimos años la extensión y el grosor de los glaciares de Kamchatka se ha reducido drásticamente, adelgazando el techo de estas cuevas de modo que la luz del sol penetra a través de él reflejándose con colores brillantes en sus paredes. Las espectaculares grutas fueron talladas por un río subterráneo producto de una fuente termal volcánica, que fundió el hielo formando una especie de iglú gigante. De momento, el volcán Mutnovski parece estar durmiendo, pero entró en erupción 15 veces el siglo pasado.
Si viajar a Kamchatka es ya de por sí una aventura, acceder a las cuevas o túneles de hielo, como los llaman los locales, es todavía más complicado. Los paisajes vírgenes de la región de Kamchatka albergan 29 volcanes activos, 450 glaciares, interminables bosques de abetos, ríos y lagos que crean vistas impresionantes y únicas.
El guía local y fotógrafo Denís Budkov y Natalia Balentsova, fotógrafa de Cheliábinsk, encontraron estas cuevas por casualidad en septiembre del 2012. Los fotógrafos cuentan que fueron «hipnotizados» por el «palacio mágico» que encontraron allí.
«En el exterior, el glaciar estaba muy sucio y gris. Pero en el interior, todo era diferente. La nieve se estaba derritiendo, y la luz pasaba a través de las paredes finas reflejándose con colores sorprendentemente brillantes», dijo Natalia.
«El calor de la lava hace que bajo la cueva fluyan corrientes de agua caliente. El volcán Mutnovski es el corazón de Kamchatka. Este corazón está latiendo, literalmente, y se puede sentir que la tierra se está moviendo ligeramente bajo sus pies», concluye Denís.