Los caracoles pueden ser mortales para las personas
Nunca se podría pensar que estos seres tan pequeños y a la vez tan simpáticos e indefensos, sean capaces de ser tan mortales para los seres humanos, tanto, que se sitúan por delante de los tiburones en cuanto a muerte de humanos se refiere. Sorprendentemente estos seres son los responsables directos de la muerte de 10.000 personas al año de media, pues sin saberlo pueden infectar el agua con los parásitos responsables de la esquistosomiasis, una enfermedad aguda y crónica que puede llegar a ser mortal.
La transmisión se produce cuando las personas infectadas con esquistosomiasis contaminan fuentes de agua dulce con huevos del gusano parásito Schistosoma , contenidos en sus excrementos, que luego se incuban y eclosionan en el agua. Las larvas recién nacidas infectan a los caracoles, donde completan parte de su ciclo vital.
Las personas se infectan generalmente cuando se bañan en lagos y charcas. Las larvas del parásito, liberadas por caracoles de agua dulce (reservorios naturales del parásito), penetran en la piel durante el contacto con el agua.
También es común la infección debida a la ingestión de agua infestada por los parásitos.
En el interior del organismo, las larvas se convierten en adultos, que viven en los vasos sanguíneos, donde las hembras ponen sus huevos. Algunos de esos huevos salen del organismo con las heces o la orina y continúan el ciclo vital del parásito. Otros quedan atrapados en los tejidos corporales, donde causan una reacción inmunitaria y un daño progresivo de los órganos.
Es relativamente común en los países en vías de desarrollo, especialmente en Africa, en las comunidades pobres sin acceso a agua salubre ni a saneamiento adecuado;
Se estima que al menos un 90% de las personas que necesitan tratamiento contra la esquistosomiasis viven en África subsahariana, donde causa decenas de miles de defunciones cada año.