Los burros no son tan tontos como la gente cree
La gente que cree que los burros son pacientes, tozudo e incluso lerdos. Pero unos zoólogos opinan diferente, ya que mediante algunos estudios afirman que estos solípedos poseen una conducta compleja e incluso una gran inteligencia.
Son muy sensibles a los malos tratos, es más, el burro se niega a responder a ningún estímulo que provenga de sus maltratadores. Si se le trata bien puede ser un gran animal, sus parientes salvajes asiáticos y del cuerno de África, tienen fama de indomesticables.
En la Antigüedad el burro era un animal muy valioso y que era requerido por sus cualidades, nobleza y austeridad alimenticia. En Grecia y Roma, el carácter del asno se usaba como ejemplo de virtud para los ciudadanos y, tanto en el mundo árabe como cristiano, la tradición religiosa lo veneraba como montura de Mahoma y Jesucristo. Por último, durante siglos se trazaron los caminos de montaña siguiendo los pasos del burro, pues siempre elige la pendiente más suave.