Los arrozales emiten gran cantidad de metano
Este hecho agrava el calentamiento global
El dióxido de carbono es uno de los grandes responsables del cambio climático. Sin embargo, existe otro gas, hermano gemelo del CO₂ y que resulta aún más dañino que este, se trata del gas metano. Los arrozales producen gran cantidad de metano, lo que agrava el calentamiento global.
¿Cómo se produce el gas metano?
El metano se produce por la cría del ganado vacuno y en mayor cantidad, en los pantanos y humedales. Una de las actividades que más metano produce es la siembra de arroz. Los arrozales producen el 10% del metano que se libera en la atmósfera.
El cultivo de arroz es muy distinto al de otros cereales. Se cultiva en campos inundados de agua. Es una planta que absorbe mucha agua. Puesto que es así, el arroz es un cultivo semi acuático y esto es lo que lo protege contra las malas hierbas y los insectos.
Sin embargo, el problema se genera cuando el oxígeno se agota debajo de la capa de agua en los arrozales. En ese punto, es cuando los microorganismos que se alimentan de materia orgánica generan gran cantidad de gas metano.
Los arrozales agravan el calentamiento global
La siembra de arroz abarca un gran porcentaje de superficie de nuestro planeta. El metano que libera en la atmósfera representa el 10% del total de las emisiones en todo el mundo. A su vez, los países asiáticos, que son los mayores productores de arroz, emiten el 15%. Vietnam, por ejemplo, libera más metano en sus arrozales que su sistema de transporte. Esta emisión desmesurada de metano impide que el suelo pueda reponer el oxígeno necesario.
Una posible solución parcial es drenar los arrozales y reponer el agua varias veces durante el desarrollo del cultivo. De esta manera, las bacterias que producen el metano, no pueden desarrollarse. Según los expertos, si drenan los arrozales de tres a cuatro veces por temporada, las emisiones de metano se pueden reducir en un 50%.
Esta técnica se denomina humedecimiento y secado alternados (AWD). Los arrozales se inundan con agua, unos 5 a 7 centímetros de profundidad. Luego se drena para que nivel descienda hasta unos 10 o 15 centímetros, llegando al subsuelo, para terminar el proceso inundando nuevamente con agua nueva. Es una forma efectiva de proteger nuestro planeta.
Complicaciones que dificultan aplicar la técnica de humedecimiento
Sin embargo, en algunos países asiáticos esta técnica es muy difícil de controlar. En Vietnam, Camboya y Tailandia, los controles rigurosos no existen. A su vez, en el sudeste asiático, la temporada de lluvias hace casi imposible su aplicación. Aunque los campesinos quieran aplicar este sistema, los campos nunca se drenan por causa de las intensas lluvias.
Otra solución alternativa sería el sembrado de arroz por hileras o surcos, entre dos montículos de tierra. Los surcos se inundan y forman canales, lo que favorece la oxigenación y evita la emisión de metano.
Asimismo, es fundamental, limpiar los sembrados de los restos de la cosecha anterior. La falta de limpieza favorece la formación de microorganismos que se alimentan de las sobras y producen gas metano.