Los animales sin estómago sí existen.
Los animales son seres fascinantes. Los hay de todos los tipos, colores, tamaños e incluso, partes del cuerpo en ocasiones. Sin embargo, si hay un animal que destaca sobre el resto por su curiosa forma, es sin duda el ornitorrinco. Con su pico en forma de pico de pato, su cola como de castor y sus garras en forma de ventosas, el ornitorrinco es sin duda alguna un animal extraño. Pero, ¿Te has preguntado si puede ser aún más raro? La respuesta corta es sí, la respuesta larga es claro que sí.
Otra de las cosas que hace al ornitorrinco bastante especial, es que los machos de la especie tienen garras venenosas. Las hembras de la especie incuban huevos, pero luego dan de mamar y tienen una bolsa similar a la de los canguros. Sin embargo hay algo aún más curioso: Su garganta conecta directamente con su intestino. No hay ningún bulto en el medio que haga el proceso de digestión. En palabras sencillas: Los ornitorrincos no tienen estómago.
No son los únicos.
El estómago, es el encargado de la digestión, únicamente se encuentra presente en los animales vertebrados y su evolución sucedió hace poco de 450 millones de años. Apareció para ayudar a nuestros ancestros a digerir proteínas más complejas. Sin embargo en los últimos 2000 años, muchos vertebrados iniciaron a perder sus estómagos. Además de los ornitorrincos, los echidnas (su pariente más cercano), los dipnos (Una especie de pez vertebrado y capacidad para respirar fuera del agua) y las quimeras (animales parecidos a los tiburones) tampoco tienen estómago.
El motivo por el que estos animales han perdido sus estómagos se debe a la genética. El profesor Xose Puentes de la universidad de Oviedo, hizo el descubrimiento de que los ornitorrincos perdieron su estómago en el año 2008. Posterior a eso se descubrió que el motivo por el cual todas las especies anteriormente mencionadas perdieron su estómago se debió a la pérdida de un gen conocido como “bomba de protones gástricos”. Este era el que proporcionaba la enzima que acidificaba las paredes del estómago.
Esto sin embargo no representa ningún problema para las especies, debido a que aún pueden alimentarse de proteínas más sencillas.