Las temperaturas cálidas de los océanos fortalecen los huracanes
Las temperaturas cálidas del agua de los océanos juega un papel crucial en la formación y fortalecimiento de los huracanes. Este fenómeno se puede explicar a través de varios factores interrelacionados. Es otro problema provocado por el calentamiento global.
¿Por qué la temperatura cálida de los océanos fortalece a los huracanes?
Los huracanes se alimentan del calor y la humedad del océano. Cuando la superficie del mar está más caliente, generalmente por encima de los 26.5 grados Celsius, se evapora más agua.
Este vapor de agua es esencial para la formación de nubes y tormentas. A medida que el vapor de agua se eleva y se condensa en la atmósfera, libera calor latente, lo que proporciona energía adicional al sistema de la tormenta y la hace más intensa.
El calor y la humedad del océano no solo alimentan al huracán, sino que también facilitan un ciclo de realimentación positiva. A medida que el huracán se fortalece, los vientos fuertes en su núcleo aumentan la evaporación del agua de la superficie del océano, lo que proporciona aún más energía y humedad. Esto, a su vez, potencia al huracán aún más.
Las temperaturas elevadas en los océanos le proporcionan algo más que energía al huracán
Las temperaturas cálidas del agua no solo influyen en la energía disponible para el huracán, sino también en su estructura. Un océano más cálido puede contribuir a una mayor simetría y organización del huracán, o sea que mejora su estructura. La consecuencia directa es que aumenta la categoría del huracán, y tendrá vientos más fuertes y una presión central más baja.
Este fenómeno meteorológico se clasifica en categorías según la Escala de Vientos de Huracanes Saffir-Simpson, la cual mide la intensidad de los vientos sostenidos del huracán. Esta escala tiene cinco categorías, cada una de las cuales representa un nivel de potencial destructivo.
- 1: vientos de 119-153 km/h. Provoca daños mínimos.
- 2: vientos de 154-177 km/h. Arranca algunos árboles de raíz y causa daños significativos a techos y ventanas.
- 3: vientos de 178-208 km/h. Daños devastadores en estructuras residenciales y comerciales. Destrucción de carreteras
- 4: vientos de 209-251 km/h. Daños catastróficos.
- 5: viento: 252 km/h o más. Catástrofe climática.
Además de los vientos fuertes, los huracanes pueden causar marejadas ciclónicas, lluvias torrenciales e inundaciones. La intensidad del viento, combinada con estos otros factores, determina la gravedad del impacto de un huracán en las áreas afectadas.
Este sistema de clasificación es una herramienta crucial para la mitigación de desastres y la planificación de respuestas, que ayudan a salvar vidas y reducir los daños económicos y materiales.
El cambio climático es el responsable
El cambio climático global está provocando un aumento en las temperaturas de los océanos. Calentamiento, que como ya leímos, está directamente asociado con el incremento en la frecuencia y la intensidad de los huracanes. Estudios científicos demuestran que los huracanes se vuelven más poderosos y que se desplazan más lentamente. Es un problema que provoca el aumento de los daños causados por las lluvias torrenciales y las marejadas ciclónicas.
Por lo tanto, con el continuo calentamiento global, es probable que estos fenómenos meteorológicos se vuelvan más frecuentes y poderosos. Lo que plantea mayores desafíos para la preparación y respuesta a estos desastres naturales.