El fotógrafo taiwanés Will Ho ha conseguido quizás captar con su cámara una de las mejores fotos de su vida. Mientras disfrutaba de su luna de miel en las playas de las islas Maldivas se topó con una imagen difícil de olvidar: olas teñidas de color azul eléctrico como si fueran millones de estrellas.
Sin duda, una imagen muy romántica que a más de una pareja de recién casados les gustaría presenciar y que Ho no dejó escapar.
El fotógrafo retrató este espectáculo sin saber muy bien a qué era debido tomando varias fotos desde la arena, la cual también brillaba. “Era como si brillaran pequeñas luciérnagas por encima de las olas”, explicaba.
El responsable de tal espectáculo era el fitoplancton bioluminiscente. Un microorganismo que habita en el mar, que al igual que otros cuerpos marinos proyecta una luz similar a la del neón que se aprecia perfectamente en la oscuridad.
Algunos organismos bioluminiscentes, brillan para camuflarse, atraer a sus presas, defenderse o para distraer, pero el fitoplancton lo hace, según los expertos, cuando está estresado o nervioso.
El viento de esa noche hizo que estos pequeños organismos fueran agitados por las olas, lo que pudo hacer que brillaran. Además, una ventaja de este organismo es que es capaz de seguir resplandeciendo aún estando sobre la arena.
“Tuve suerte de presenciar esta preciosa escena y poder tomar varias fotos como recuerdo, pero es triste ver la basura que hay en la playa cuando haces zoom en la fotografía”, escribía Ho en su página de Flickr.
El conocimiento sobre la bioluminiscencia de este organismo es bastante reciente. Jorge Ribas, biólogo marino explica que el mar está lleno de este microorganismo conocido por los científicos como Lingulodinium polyedrum.
No es la primera vez que se da este fenómeno en una playa, sin embargo, ha pasado más de un siglo desde que se tuvo conocimiento del último. En 1901, en la playa de San Diego en California, se disfrutó de una imagen similar, aunque en esta ocasión el mar se tiñó de rojo por la afloración de algas.
