Las morsas se comunican por aplausos
En la televisión, las hemos visto aplaudir. Parece un acto circense. Sin embargo, es mucho más que eso. Las morsas se comunican por aplausos, en un fenómeno llamado cavitación. Este fenómeno es conocido en crustáceos, que “chasquean” sus tenazas creando un sonido peculiar y fuerte. Pero nunca se vio en mamíferos marinos.
Cortejando
Las morsas se reproducen bajo el agua. Durante la temporada de reproducción los machos adultos emiten canciones. Sus patrones incluyen secuencias de golpes rítmicos. Y están marcados por unos tonos metálicos similares a campanas. Estas inusuales canciones consisten en cientos de pulsos cortos y repetitivos. Pueden durar entre varias horas y hasta varios días. Se trata de una de las exhibiciones de cortejo más largas y complejas conocidas entre los mamíferos marinos.
Un estudio se dedicó a estudiar los sonidos asociados a este comportamiento. Lo dirige Ole Larsen, del departamento de biología de la Universidad de Dinamarca del Sur. Lo acompaña Colleen Reichmuth, del Instituto de Ciencias Marinas de la Universidad de California. Registraron a un macho adulto en cautiverio que producía intensos pulsos transitorios. ¿Cómo lo hacía? Juntando las aletas delanteras bajo el agua. Tal como lo haríamos los seres humanos, tocando nuestras palmas. Coincidió con la producción estacional de los sonidos asociados al cortejo de las morsas salvajes. Pero los sonidos eran mucho más fuertes… y estaban producidos por un mecanismo completamente diferente.
En cámara lenta
De este modo los investigadores lo descubrieron. Las morsas pueden generar poderosas pantallas acústicas al juntar sus aletas delanteras bajo el agua. Para revisar el fenómeno, usaron video de alta velocidad. Eso reveló cómo se producía la emisión de estos sonidos. Es a través del colapso de las burbujas de aire de un modo similar al que se produce en el caso de los camarones. Es el mismo mecanismo: la cavitación.
Cada aplauso podía alcanzar los 200 decibelios de intensidad. Tal vez con la intención de transmitir información sobre su aptitud física. No solo a rivales, sino también a potenciales parejas reproductoras. Sí, las morsas se comunican por aplausos, ruidosos, poderosos, como los propios animales.