Las medidas de Jair Bolsonaro que afectan el Amazonas
Jair Bolsonaro ha sido elegido presidente de Brasil con el 55,2% de los votos, superando a su oponente, Fernando Haddad, con más de 10 puntos porcentuales. Fue el postulado por el Partido Social Liberal (PSL), etiquetado por algunos medios brasileños como un candidato «conservador socialmente y política pro-mercado». Logró atraer la mayor parte del voto apelando a una población desilusionada y enfadada, cansada de la corrupción de sus políticos.
Una de las primeras cosas que ha afirmado que realizará es sacar a Brasil del Acuerdo de París, lo que podría ser un duro golpe para frenar el cambio climático, ya que invalidaría el compromiso del país carioca de limitar las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por la deforestación del Amazonas (Brasil tenía prometido reducir las emisiones de efecto invernadero en un 43% de los niveles de 2005 para 2030).
Otra medida es una alianza con el llamado bloque «ruralista» del Congreso Nacional, que apoya los intereses de grandes terratenientes y empresas agrícolas en oposición a los conservacionistas y protectores del medio ambiente. Durante su campaña, barajó la idea de relajar las protecciones ambientales, abrir el territorio indígena a la minería e incluso propuso un plan para construir una gran carretera pavimentada a través de la selva amazónica.
También propuso eliminar las protecciones de terreno para los pueblos indígenas, disipar las ONG internacionales como Greenpeace o al WWF del país, y desmantelar el Ministerio de Medio Ambiente de Brasil. Este último, si las cosas salen como están, se colocará en manos del Ministerio de Agricultura administrado por la agroindustria, que tiene poco interés en la sostenibilidad y el medio ambiente.
Esto es realmente importante y preocupante, ya que Brasil es el hogar del 60% de la selva tropical más grande del mundo, el Amazonas. De hecho, absorbe tanto carbono que anula las emisiones de gases de efecto invernadero de la región, pero ya está absorbiendo un tercio menos de carbono que hace una década. Entre 2005 y 2012, la tasa de desforestación del Amazonas se redujo en 20.000 kilómetros cuadrados por año a 6.000 kilómetros cuadrados, y sería realmente triste que esta dinámica se volviera atrás.