Antes de los años 60, el utilizar una esponja vegetal en la ducha era muy común, en la mayoría de las casas había una planta de esponja vegetal, lista para ser usada o regalarla en acontecimientos especiales, o como simple señal de agradecimiento ante un favor. Pero con la revolución industrial el uso de las mismas fue desapareciendo ante la aparición en el mercado de las conocidas esponjas de goma espuma.
Las luffas o esponjas vegetales son plantas exóticas de origen asiático de la familia de las cucurbitacias que pueden llegar a alcanzar los 15 metros. Son plantas enredaderas y su fruto, similar a un pepino, está formado por una densa red de fibras vegetales que crean un cilindro hueco en su interior.
La fibra de la luffa se utiliza para la higiene personal como esponja de baño. Al frotar la piel, además de limpiar, la esponja actúa como exfoliante y permite la reactivación del flujo sanguíneo superficial y previene la celulitis. También es usado como exfoliante facial natural, elimina células muertas, reduce el exceso de grasa en la piel y controla y previene la aparición acné.
Los tallos y las hojas tienen las propiedades medicinales para algunas de las enfermedades de la piel. En algunos países en donde se cultiva, las hojas secas molidas han sido aplicadas con excelente resultado para el alivio de hemorroides, eliminar parásitos y aliviar la conjuntivitis en los ojos. La savia del tallo es reconocida y útil como crema hidratante.
En las culturas y comunidades indígenas en que se conoce y cultiva tradicionalmente, se dice que los frutos que la planta produce tienen propiedades diuréticas, emolientes y expectorantes.
Como cultivar las esponjas vegetales en tu balcón:
En el centro de un macetero haz un hoyo de 2 o 3 cm de profundidad y coloca 3 semillas de Luffa acutangula. Tapa las semillas con un poco de tierra negra y riega. Ten en cuenta que la época de siembra es a principios de primavera.
Ubica el macetero en un sitio del balcón cercano a la baranda o enrejado de protección donde el sol llegue directamente a la planta.
En verano la planta contará con tallos largos o guías que se expanden rápidamente. Toma cuidadosamente las guías y colócalas sobre el enrejado, en pocos días la planta se enredará formando una parra que además te ofrecerá buena sombra.
Mantén hidratada la planta. Los riegos no deben ser abundantes sino moderados, el exceso de humedad favorece la proliferación de hongos.
Recuerda que se trata de una planta anual, por lo que debes esperar al verano siguiente para obtener las esponjas.
El momento de cosechar los frutos es cuando la cáscara se torna de color amarillo-castaño. Toma una tijera de podar y corta el pecíolo del fruto (el rabito que une el fruto a la planta), no la arranques.
Coloca las esponjas sobre papel de diario en un lugar seco y fresco. En pocos días se desprenderán las cáscaras y las semillas. Reserva semillas para producir nuevas plantas.
Recuerda que se trata de una planta anual, por lo que debes esperar al verano siguiente para obtener las esponjas.
