¿Las cucarachas pueden sobrevivir sin cabeza?
Las cucarachas son vistas como una de las criaturas más resistentes del planeta; de hecho, afirman que serían las únicas supervivientes en una supuesta guerra nuclear. Y, yendo un paso más allá, otros dicen que incluso podrían vivir sin sus cabezas: pues tienen razón.
Para entender por qué las cucarachas, y muchos otros insectos, pueden sobrevivir a la decapitación, primero hay que entender por qué los humanos no podemos. Según explica el fisiólogo y bioquímico Joseph Kunkel, de la Universidad de Massachusetts, «la decapitación en humanos provoca la pérdida de sangre y una caída en la presión arterial que dificulta el transporte de oxígeno y la nutrición a los tejidos vitales«.
Además, los humanos respiran por la boca o por la nariz y el cerebro controla esa función, por lo que la respiración se detendría. Además, el cuerpo humano no puede alimentarse sin cabeza, lo que garantiza una muerte por inanición si sobreviviéramos a los otros efectos nocivos de perder la cabeza.
Pero las cucarachas no tienen presión arterial como las personas. «No tienen una gran red de vasos sanguíneos como los humanos, o capilares diminutos a los que se necesita mucha presión para hacer fluir la sangre», afirma el experto. «Tienen un sistema circulatorio abierto, que tiene mucha menos presión. Después de cortarles la cabeza, sus cuellos se sellan solo por coagulación. No hay hemorragia incontrolada».
Los insectos de este tipo respiran a través de pequeños agujeros en cada segmento del cuerpo. Además, el cerebro de la cucaracha no es el encargado de esta función y la sangre no transporta oxígeno por todo el cuerpo. Más bien, estos orificios canalizan el aire directamente a los tejidos a través de un conjunto de tubos llamados tráqueas. Otro aspecto a tener en cuenta es que las cucarachas son poiquilotermos (de sangre fría), lo que significa que necesitan mucha menos comida que los humanos.
Los insectos tienen un grupo de aglomeraciones de tejido de nervios ganglionares distribuidos dentro de cada segmento del cuerpo capaz de realizar las funciones nerviosas básicas responsables de los reflejos, así que «sin el cerebro, el cuerpo todavía puede funcionar en reacciones muy simples«, afirma Joseph.
Y no solo el cuerpo puede sobrevivir a la decapitación: la cabeza también seguiría con vida. Si se le dan nutrientes y se refrigera, incluso una cabeza puede durar más que el cuerpo.
Aún así, en las cucarachas «el cuerpo proporciona una gran cantidad de información sensorial a la cabeza y el cerebro no puede funcionar de manera normal cuando se le niegan estas entradas«, explica el neurocientífico Nick Strausfeld de la Universidad de Arizona, especializado en el aprendizaje de los artrópodos, su memoria y evolución cerebral. No serían capaces de aprender nuevas funciones.