Una creencia muy popular es que las avestruces entierran la cabeza bajo la tierra cuando se sienten en peligro. Sin embargo, esto es falso, dejan su cabeza a ras del suelo solamente.
Las altas avestruces de 2,5 metros de altura bajan la cabeza al nivel del suelo para ocultar su largo cuello y confundir a los depredadores que no pueden distinguir la cabeza de su posible presa desde la distancia.
El único momento en el que estos animales entran en contacto con la tierra es cuando los machos hacen el nido. Debido al gran tamaño de los huevos (unos 20 cm. de largo) y su elevado número (12 por hembra y varias hembras por nido) el agujero a cavar con el pico también ha de ser muy grande.
Las avestruces son el ave más grande del mundo pudiendo llegar a alcanzar los tres metros de altura. Cuando nacen los polluelos miden entre 25 y 30 cm de altura, pesando unos 900 g. Durante el primer año de vida los polluelos crecen unos 25 cm al mes.
