Las hembras de muchas especies de arácnidos han evolucionado a tamaños gigantes, y son conocidas por comportamientos sexuales extremos, que van desde el canibalismo, la mutilación y la castración. Pero nos centraremos en una sola especie, la Caerostris darwini, comúnmente conocida como la araña de corteza de Darwin y original de Madagascar, con un rico repertorio sexual que incluye la práctica de sexo oral. Los machos salivan rutinariamente los genitales femeninos, antes, durante y después de la cópula.
El sexo oral es extraño en el reino animal, excepto en los mamíferos. Los macacos, lémures, bonobos, hienas, guepardos, leones, delfines y murciélagos son conocidos por participar en felaciones.
La araña corteza de Darwin produce la seda más dura del mundo, y se están convirtiendo en un modelo de estudio para la producción de este material. Sus comportamientos, sin embargo, no han sido muy estudiados. Así, un equipo dirigido por Matjaz Gregoric, del Centro de Investigaciones Científicas de la Academia Eslovena de Ciencias y Artes pasó dos semanas analizando el comportamiento de estas arañas. Analizaron 17 hembras adultas vírgenes y 29 machos; todos ellos realizaron actos sexuales en las hembras, enganchando uno de sus colmillos en la apertura de la hembra, girando el cuerpo perpendicularmente en ella, y segregando fluidos en dicha apertura.
«El contacto sexual oral parece ser una conducta obligada en esta especie, ya que todos los machos que hemos analizado lo han realizado antes, durante y después de la cópula, incluso hasta 100 veces», dijo Matjaz en un comunicado. Puedes ver el vídeo de dicho encuentro sexual aquí.
El motivo aún se desconoce. Es posible que con esto reduzca la competencia de esperma con los productos químicos de su boca, para así favorecer la probabilidad de que su esperma sea el que fecunde a la araña.
