Esta curiosa langosta fue donada al acuario Blue Reef en Newquay, Cornualles, al sur del reino unido, por un pescador hace unos ocho meses, y como es normal en las langostas mudo la piel.
Según Jenni Smith de Blue Reef este animal debido a su coloración no tendría mucha suerte en el fondo marino, ya que seria una presa fácil de ver para los depredadores. Esta langosta tiene un llamativo exoesqueleto de color blanco con manchas azules, lo que le hace muy visible en el fondo marino.
«A pesar de que estaba más pálida de lo normal, no fue hasta que mudó que realmente la vimos en sus verdaderos colores. El caparazón de la langosta realmente lo hace destacar en su color y es seguro de que tendría atenciones no deseadas de cualquier posible depredador» Comento Jenni Smith.
«Es particularmente oportuno tener en el acuario una nueva huésped tan fantasmal», concluyó con humor Jenni.
A medida que maduran, las langostas mudan su esqueleto exterior, el exoesqueleto, y como es normal, como la mayoría de especies, suelen mudar la piel unas cuatro o cinco veces hasta que están completamente desarrolladas.
