La tortuga baula (Dermochelys coriacea) es la mayor de todas las tortugas marinas, alcanzando una longitud de 2,3 metros y un peso de más de 600 kg. Es inofensiva, aunque nadie lo diría viendo sus dientes. Cientos de estos dientes irregulares llamados «papilas» se alinean en la boca y el esófago de la tortuga, llegando hasta el intestino.
Esta tortuga come medusas en gran cantidad debido a la energía que necesita para realizar migraciones de 10.000 Kilómetros, y para que no se le escapen de la boca, sus grandes dientes las retienen.
Esta capacidad evolutiva tiene sus consecuencias negativas hoy en día, y es que la tortuga baula es incapaz de distinguir entre una medusa y una bolsa de plástico, lo que la lleva en muchos casos a la muerte.
