La semilla de la manzana entre otras frutas contiene cianuro
La parte carnosa de las semillas de algunas frutas muy comunes en nuestra dieta, como puede ser las manzanas, las peras, melocotones o albaricoques contienen un precursor del cianuro pero la cantidad es mínima y consumida en las raciones normales no afecta a nuestro organismo.
El cianuro es un potente veneno que «asfixia» la célula, bloquea la cadena respiratoria celular e impide que esta pueda utilizar el oxígeno, elemento imprescindible para su función. Por eso se dice que con la ingesta de 40 o 50 semillas de manzana o pera, o de la parte más carnosa de 30 huesos de melocotón, albaricoque o ciruela pueden causar la muerte de un adulto.
Pero no sólo eso sino que también las almendras contienen una sustancia llamada amigdalina que al tomar contacto con la saliva de un humano se transforma en precursor del cianuro.
Existen una gran variedad de plantas tóxicas que no son especies silvestres como todos creemos, las podemos encontrar en el parque, en el jardín de casa e incluso en el plato. En casi todos los casos, los síntomas suelen ser leves y las «intoxicaciones» pasan casi desapercibidas. A veces nos «sienta mal la comida», sin razón aparente, o se siente un malestar pasajero que puede deberse a la ingesta de determinadas verduras. No son especies poco habituales, sino alimentos como patatas, tomates, o espinacas, además de las frutas ya mencionadas, imprescindibles en una dieta equilibrada.
Por eso tampoco es recomendables comer patatas con brotes, ya que la solanina puede provocarnos trastornos, ni el agua de algunas verduras como las espinacas o las acelgas que contiene pequeñas cantidades de ácido oxálico.