La reaparición de la musaraña elefante
Se creía extinta hace 50 años
Te estarás preguntando: ¿qué es eso? No es un animal híbrido ni un experimento científico fallido. Es un animal que se creía extinto desde hace 50 años, nada menos. Se trata de un pariente lejano de los osos hormigueros, elefantes y manatíes. Pero es mucho más pequeño, casi como un ratón. Para todos, fue una gran sorpresa la reaparición de la musaraña elefante.
Veloz y huidizo
También se le conoce como sengi somalí. Sus poderosas patas le permiten correr a velocidades de casi 30 kilómetros por hora. Nadie lo había sido visto en medio siglo. ¿En dónde se metió? Solo se podían observar los especímenes disecados en los museos de historia natural. Al parecer, este pequeño mamífero seguía deambulando por la Tierra. Y algo más importante: su hábitat no se limitaba únicamente a Somalia.
Una investigación sengis en Djibouti, la pequeña nación costera que limita con Somalia, Etiopía y Eritrea. El equipo instaló más de 1.250 trampas. Las llenaba de crema de cacahuete, avena y extracto de levadura. «Nuestras entrevistas con pueblos nómadas y pastores locales indicaron que veían sengis con regularidad. Siempre nos dijeron el mismo nombre común (Wali sandheer)». Así lo recuerda Houssein Rayaleh, de la Asociación Djibouti Nature. Incluso él mismo había visto sengis durante su trabajo. Pero no podía comprobar si se trataba de los sengis somalíes extintos.
Sorpresa en la trampa
El equipo también incluyó al experto mundial en musarañas elefante Galen Rathburn. Estudió a las criaturas durante décadas pero nunca había visto una. «Así que cuando abrió la primera trampa y miró, dijo: ‘No puedo creerlo. Nunca había visto una’», cuenta Steven Heritage. Pertenece al Centro Lémur de la Universidad de Duke. Participa en el estudio, publicado en la revista « PeerJ».
Los investigadores recolectaron 12 especímenes más allá de las fronteras de Somalia. Este pequeño mamífero ha ampliado sus fronteras vitales. El equipo piensa que está instalado, concretamente, en Somalia, Djibouti y Etiopía.
No pueden estimar el tamaño de la población. Pero la reaparición de la musaraña elefante trae buenas perspectivas. Creen que el sengi está prosperando. «Toda la gente local sabía sobre esto, por lo que no puede ser tan extraño. Sus hábitats no están amenazados por la agricultura y el desarrollo humano. Viven en un entorno muy árido donde no hay un futuro previsible para la agricultura», informan. Pidieron que en la lista de criaturas vulnerables su status cambie: de «datos insuficientes» a «preocupación menor».