La aparición de las flores cambió la vida terrestre hasta el punto de que el 90% de las plantas terrestres se reproducen a través de ellas. Utilizando un extenso conjunto de datos y estimaciones sobre las flores, los árboles y sus árboles genealógicos, un equipo de investigadores de todo el mundo ha creado una reconstrucción tridimensional de lo que probablemente fue la primera flor.
Para recrearla, los autores analizaron 792 especies, abarcando hasta 372 familias de plantas con flores. Las relaciones entre estas familias se establecieron a través de relojes moleculares calibrados con registros fósiles. A partir de estos, obtuvieron estimaciones de probabilidad de los instantes de tiempo en los cuales emergieron 27 caracteres florales. Se empleó una serie de métodos de reconstrucción que dieron resultados consistentes para algunos caracteres biológicos, y resultados divergentes para otros. Esto proporcionó a los científicos un alto nivel de confianza en más o menos la mitad de sus conclusiones, mientras otros quedaron con un nivel de fiabilidad equiparable a la posibilidad más probable.
Entre la larga lista de características que describen los autores destaca una disposición en espiral de los órganos femeninos, así como la teoría de que el polen fue desplazado hacia el centro de la flor. «A pesar de similaridades con otras flores en existencia, no hay ninguna especie viviente que comparte exactamente esta combinación de caracteres», declararon.
Crear esta perspectiva es un logro destacable considerando lo poco que conocemos sobre los orígenes florales. Las estimaciones de la primera aparación rondan entre los 140 y 250 millones de años de antigüedad, un margen inmenso de incertidumbre, y no disponemos de fósiles florales de antes de hace 130 millones de años.
La flor ancestral aquí referida es el último ancestro común de todas las flores que sobreviven hoy. Es posible, subrayan los autores, que existieran flores previas, pero que estas formasen un «tallo» del árbol familiar sin existir ramas previas.
En intentos anteriores se trató de reconstruir la flor ancestral a través de varios caminos. Los nuevos hallazgos difieren especialmente en el concepto de que tenía un Verticilo, en lugar de una disposición en espiral de los pétalos. Hay un extenso debate sobre si las flores eran originalmente unisexuales o bisexuales, algo que los autores de la publicación confían haber aclarado.
