Forman parte de la macaronesia los archipiélagos de las Azores, Canarias, Cabo Verde, Madeira e Islas Salvajes (no se rompieron mucho la cabeza para ponerles el nombre), así como una pequeña porción del continente africano situada entre las Canarias y Cabo verde, denominada «enclave macaronésico africano«.
¿Y qué es lo que tienen en común estas islas, para formar parte de un conjunto como la Micronesia o la Polinesia? Pues tres cosas fundamentales: el orígen volcánico de los archipiélagos (se ve claramente en Canarias y Las Azores, las primeras por tener un volcán activo y las segundas por emerger sobre la dorsal centroatlántica), el clima (vientos alisios, misma latitud geográfica y una corriente marina, conocida como corriente de Canarias) y por último las especies vegetales endémicas.
Las especies son aproximadamente las mismas en todos los archipiélagos debido a que la condiciones son también las mismas, y por esto se incluye también una porción del continente africano, ya que presenta los mismos endemismos. La mayoría de especies vegetales son iguales a las que había en el Mediterráneo antes de la última glaciación. Pero tras la glacicación sólo sobrevivieron las poblaciones de estos archipiélagos. Por supuesto, debido al paso del tiempo y sobre todo a la acción del hombre la mayoría de estas especies se encuentran en peligro.
Antes del siglo XV el único archipiélago con habitantes era Las Canarias, que se había colonizado ya en el primer milenio antes de Cristo. Actualmente la población de las islas se acerca a los tres millones cien mil habitantes.
Los archipiélagos, de arriba a abajo en la imagen de la izquierda, son Las Azores, Madeira, Salvajes, Las Canarias y Cabo Verde.
