La libélula es el animal más mortífero del mundo
Las investigaciones han demostrado que la libélula puede identificar, seleccionar y aislar a un objetivo en particular entre muchos, calcular su trayectoria, ajustar su rumbo y velocidad e interceptarlo utilizando un grupo de sólo 16 neuronas.
Su capacidad para mantener a la presa siempre en el foco de su campo visual es su truco. Haga el movimiento que haga, el objetivo permanece siempre en el centro de su retina y de su interés.
Otra ventaja que tienen por las mismas características de visión y motricidad, son asimismo presas casi imposibles para otros animales.
Un conjunto de datos curiosos sobre la forma de evolucionar y su adaptación son: sus ojos son los más grandes y unos de los más precisos de entre todos los insectos, ya que poseen 30.000 facetas que les otorgan un campo visual de 360º. Han perfeccionado tanto su vista que el resto de los sentidos ha casi desaparecido. También 300 millones de años atrás, tenían el tamaño de un brazo humano.