La criatura más rápida del mundo es un hongo
La criatura más rápida es un hongo llamado Pilobolus, que crece en las heces del ganado vacuno. Por supuesto, los hongos no corren ni vuelan ni nadan; el récord de velocidad lo rompen con el mecanismo que usan para esparcir sus esporas (las semillas del reino Fungi, al que pertenecen todos los hongos).
El Pilobolus posee una especie de dispositivo eyector que escupe las esporas tan lejos como puede. La fuerza de retroceso, como la de un arma al ser disparada, hace que el tallo que sostiene las esporas se retraiga y éstas alcancen 100 veces la velocidad del sonido en una fracción de segundo.