La “atlantificación” del océano Ártico es consecuencia del calentamiento global
El Ártico se está calentando mucho más que otras zonas del planeta, a un ritmo vertiginoso y muy peligroso. Según científicos de la Universidad de Alaska, en los últimos 50 años la temperatura en el Ártico aumentó más del doble que en el resto de la tierra. Los científicos le temen a la “atlantificación” del océano Ártico.
Ellos explicaron que al comenzar el programa sobre el Ártico en 2002, navegaban utilizando un rompehielos. En la actualidad, ya no es necesario este tipo de embarcación para navegar por las mismas zonas. Esto indica la rapidez del calentamiento global.
La “atlantificación” del océano Ártico comienza en el Mar de Barents
Una de las modificaciones que notaron los investigadores es la atlantificación del Mar de Barents, que pertenece al Océano Ártico. En ciertas zonas del Mar de Barents, aumentó la temperatura y se notó una modificación en su estructura.
Según la Agencia Atmosférica y Oceánica estadounidense, el hielo que se derrite en el verano, se vuelve a formar en el invierno. Aunque desde hace algunos años, cada vez disminuye más la cantidad de hielo durante la temporada invernal. Con el paso del tiempo, esto se intensificó de manera notable. La problemática es que lo que sucede en el Océano Ártico, influye en otros lugares distantes del planeta. Las corrientes marinas, los vientos y el clima tienen mucho que ver con lo que sucede en el Polo Norte.
La temperatura del agua en la actualidad es 1 a 3° C superior, en promedio, a la del período 1982-2010. Los científicos saben desde hace más de un siglo que el Atlántico llega al Océano Ártico por el Mar de Barents. El primero que lo notó y lo informó al mundo, fue el marino noruego Fridtjof Nansen en 1890, por el ingreso de agua salada y cálida en el Mar de Barents.
¿Qué es la estratificación?
Por un fenómeno que solo se produce en el Ártico, el agua salada y cálida se mantiene al margen del hielo. Carolina Gabarró es una investigadora del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona. Ella informó que el océano Ártico se estratificó. La científica participó de la Misión Mosaic, junto a otros 600 investigadores de 19 países.
La misión consistió en el estudio del Ártico, pasando un año a bordo del rompehielos científico Polarstern. La explicación sobre la estratificación del Ártico se basa en las diferencias en la salinidad.
En una capa superior el agua permanece más fría y dulce y en una capa inferior el agua es más salada y cálida. En invierno, la formación de hielo desecha las sales. Esto permite que al derretirse ese hielo en el verano, el agua resultante es más dulce.
El hielo se separa del agua salada y cálida proveniente del Atlántico por la formación de una capa intermedia que se denomina haloclina. La sal de las aguas del Atlántico las hace más pesadas y por eso se mantienen en lo profundo. Las aguas más livianas, son las del Ártico, que al tener menos salinidad están en la superficie.
La “atlantificación” del océano Ártico se produce por la debilitación de la estratificación. Al ser débil, permite que las aguas del Ártico y el Atlántico se fusionen en una sola capa. Esto es más evidente en el Mar de Barents, donde se observó un aumento en la temperatura del agua.
Al producirse un incremento en la velocidad del deshielo, permite que penetre mayor cantidad de agua del Atlántico en el Ártico. El término atlantificación lo usó en un estudio el científico Igor Polyakov en 2017, publicado por la revista Science.