De la misma manera que las vibraciones del viento afectan al desarrollo y a la supervivencia de una planta también pueden hacerlo las vibraciones del sonido, ya que las ondas sonoras de este constituyen un tipo de vibración similar a las vibraciones del viento.
Aunque los científicos todavía están tratando de determinar cómo las ondas sonoras afectan a las plantas, de acuerdo con un gran número de experimentos que han combinado música y cultivos, parece que la música puede mejorar el crecimiento y la salud de las plantas.
Además se ha comprobado que la música relajante produce plantas más sanas y con mejor crecimiento, mientras que la música más viva y con percusión en su naturaleza aleja a las plantas de los altavoces. Por ejemplo, las interpretaciones de orquesta de canciones de rock causa que las plantas se muevan hacia los altavoces, pero las grabaciones originales de las mismas canciones provoca que las plantas se alejen.
Más estudios científicos se han realizado para examinar los efectos de la música clásica en el nivel genético. En estos estudios, se encontró que los sonidos de baja frecuencia pueden activar las enzimas, aumentar la fluidez de la membrana celular, y promocionar la replicación del ADN y por lo tanto, estimular el crecimiento de la planta. Las frecuencias entre 125Hz y 250Hz (altas) estimulan ciertos genes implicados en crecimiento celular. En cambio frecuencias de 50Hz disminuyen la actividad de estos genes. En un estudio realizado en una bodega de la Toscana Il Paradiso di Frassina, el crecimiento y el área foliar total por planta fueron siempre mayores en los viñedos que fueron sometidos a la música clásica en oposición a ninguna música en absoluto. Además, el volumen no parece ser tanto un factor cuando se trata de plantas. Los bajos volúmenes de música son suficientes para lograr resultados.
Aunque las técnicas para fomentar el crecimiento de la planta han estado ahí desde tiempos inmemoriales, todavía no queda exactamente claro cómo la música influencia en el desarrollo y crecimiento de las plantas, ni tampoco existen pruebas científicas sólidas.
