Hongos que brillan
Durante la temporada de lluvias en ciertas regiones de Japón, los bosques comienzan a poblarse de pequeñas luces: en los troncos de los árboles y en el suelo húmedo crecen cientos de hongos bioluminiscentes, que gracias a una reacción química producida por una enzima, emiten una luz que resplandece en un tono verdoso.
Existen otras variedades de hongos bioluminiscentes que crecen en los bosques al sur de Brasil (Jack-o-Lantern Mushroom), capaces de emitir luz durante todo el día. Confirmando la regla de que no es oro todo lo que reluce, el hongo bioluminiscente brasilero es venenoso, y aunque no es letal, es capaz de provocar graves calambres, vómitos y diarreas. La razón del fenómeno de los hongos bioluminiscentes aún no ha sido explicada científicamente, aunque según la teoría, se cree que es una respuesta a la necesidad de supervivencia: al brillar, atraen insectos que ayudan a dispersar esporas en un ambiente donde la dispersión por viento está muy limitada. Los hongos luminiscentes, crecen sólo en los bosques nativos con muchos árboles, donde los seres humanos han interferido muy poco, por lo que su descubrimiento es relativamente, bastante reciente.
El fenómeno de hongos luminiscentes se produce entre finales de mayo a julio en los bosques de la isla Mesameyama en Ugui, en la Prefectura de Wakayama, aunque también se han encontrado ejemplares en zonas costeras del sur de la península de Kii, en Kyushu y otras regiones. Miles de visitantes realizan visitas nocturnas guiadas por los bosques de Masameyama para deslumbrarse con el espectáculo.
Sólo en Japón, existen 10 variedades de hongos luminiscentes. Aunque pequeños, los hongos viven unos pocos días y pueden conformar una verdadera «constelación» que parece imitar en una escala minúscula el cielo estrellado. La especie de las imágenes se conoce como Mycena lux-coeli, algo así como «hongos de luz celestial».