¿Te acuerdas de Pablo Escobar? Fue el fundador de uno de los carteles de las drogas más importante de Sudamérica. A casi tres décadas de su muerte, el mundo y principalmente Colombia desean olvidar ese nombre. Sin embargo es prácticamente imposible por todos los hechos que se relacionan con él. Asimismo, en los últimos días, fue nuevamente noticia por un tema impensado. El gran problema que representa para Colombia los llamados hipopótamos de la cocaína.
Origen del problema provocado por los hipopótamos de la cocaína
En 1983, Pablo Escobar ingresó de contrabando un hipopótamo macho y tres hembras para que formaran parte de su zoológico privado. El zoológico integraba el paraíso que se había construido a 250 kilómetros de Bogotá. Se llamó Hacienda Nápoles y se extendió por 7400 acres. Tuvo aeropuerto, helipuerto, lagos artificiales y también un zoológico entre muchas cosas más.
Con la muerte de Escobar en 1993 el gobierno colombiano expropió Hacienda Nápoles y todo lo que había en ella. Reubicaron a todos los animales en otras instituciones, menos a los hipopótamos. Cada ejemplar de esta especie es de grandes dimensiones y además son muy agresivos. Por lo que optaron por dejarlos libres en la zona creyendo que no podrían sobrevivir.
Por el contrario, los hipopótamos se adaptaron y no solo lograron subsistir sino que también se reprodujeron. En la actualidad se multiplican sin control y se extienden por el río Magdalena. Avistaron hipopótamos a más de 350 kilómetros de la hacienda de Escobar.
Los científicos que estudian el tema desde hace más de 10 años creen que es un gran problema para la ecología de la zona. Pueden provocar la migración de especies autóctonas y también modificar la composición del agua del río Magdalena. Asimismo esto puede provocar grandes pérdidas en la pesca de la región.
Un gran problema cuya posible solución no es aprobada por todos
Se estima que en la actualidad hay entre 80 y 100 ejemplares repartidos en esa área. Algunos científicos creen que esterilizar los animales es la solución. Pero esto es prácticamente imposible de realizar. Cada hipopótamo pesa cerca de cinco toneladas. Por ello, es imprescindible contar con maquinaria especial para trasladarlo, contratar veterinarios especializados en la especie y los fármacos indicados. Se estima que la castración de cada animal tendría un costo de 50.000 dólares.
Otra posibilidad, sería diezmar la población de hipopótamos para mantener el control. Pero, esta opción no es aceptada por todos. Sin embargo, es imprescindible tomar una decisión, ya que los científicos temen que de no hacerlo ahora en 10 o 20 años la situación será incontrolable.
Los hipopótamos de la cocaína se reproducen naturalmente y el hecho de no tener depredadores naturales permite que la población se reproduzca con rapidez. En África, los cocodrilos y los leones se comen a gran parte de las crías de esta especie.
¿Cuál puede ser la solución para este gran problema? ¿Es correcto sacrificar animales en una época en la que se apoya todo lo contrario? Si bien los hipopótamos de la cocaína representan un gran problema, ellos no son culpables.
