Garrapatas y cambio climático en la Antártida
En las colonias de aves de la Antártida existe más vida que la de los pingüinos, podemos encontrar un tipo de garrapatas llamadas Ixodes uriae, es un extoparásito que afecta a más de cincuenta especies sobre todo a las aves que se hallan en las zonas polares.
Lo podemos encontrar en las rocas de las colonias de pingüinos, además, estos parásitos son perjudiciales porque transmiten virus, bacterias y protozoos patógenos en los pingüinos y otras aves marinas que viven en los polos.
Hay numerosas enfermedades que pueden ser transmitidas por estos bichitos, entre ellas se encuentra la borreliosis y la enfermedad de Lyme que afecta también a los humanos provocando artritis, trastornos cardiacos o neurológicos.
Estas garrapatas están más extendidas por la región norte de la Antártida que por el sur, ya que se van expandiendo a través de los pingüinos. Estos animales, hasta ahora, no han sentido el efecto de dichos parásitos, pero los científicos aseguran que posibles anomalías por el cambio climático pueden producir también modificaciones en el proceso de infección de las aves de la Antártida poniendo su vida en un serio peligro.