Old Tjikko es el nombre del árbol viviente más antiguo del mundo, una picea noruega de 9.550 años de antigüedad. Tiene 5 metros de alto y se ubica en en el Parque nacional de Fulufjället, en Suecia. Es imposible encontrar árboles más viejos en la península escandinava ya que hasta hace 11.000 años, estaba cubierta por el casquete polar. Fue descubierto por Lief Kullman, profesor de la Universidad de Umeå, quien le puso el nombre Tjikko, en honor a uno de sus perros fallecidos. Su nombre científico es Picea abies y su excepcional longevidad se debe a su capacidad para clonarse a partir de las reservas de su raíz.
Así que Tjikko, nacido en la Era Glaciar ha sobrevivido todos estos años gracias a un proceso llamado clonación vegetal: cuando el tronco muere, el sistema central radicular se mantiene vivo, de donde pueden brotar nuevos tallos que, por clonación, regeneran todo el tronco. Los troncos de los árboles que presentan esta capacidad pueden morir y volver a crecer muchas veces y el material genético de cada tronco, siempre es idéntico al anterior.
Obviamente, la edad del árbol no fue determinada por dendrocronología, es decir, contando los anillos del tronco, si no por un test de datación por radiocarbono (método de datación arqueológica basada en el isótopo Carbono-14) del sistema de raíces. El tronco en sí mismo, se calcula que tiene unos 600 cientos años, pero su raíz ha estado viva casi 10 mil años.
La clonación no es la única habilidad que ha permitido vivir a esta Picea todo este tiempo, también ha contribuido su enorme capacidad para adaptarse a los sucesivos cambios climáticos. Durante miles de años, Tjikko permaneció como un arbusto, debido a las condiciones extremas del ambiente en el que vivía. Con el calentamiento global del último siglo y la subida gradual de las temperaturas, el arbusto ha ido evolucionando a árbol.
Picea abies es una gran conífera de hoja perenne que alcanza una altura de entre 30-50 m y un diámetro de tronco de 1 a 1,5 m. La característica más destacada de este tipo de pino es su copa piramidal, muy regular. En muchos países del norte de Europa se la considera el abeto típico de Navidad y su madera es utilizada para confeccionar los famosos violines Stradivarius.
