Encuentran, por primera vez, el cerebro fosilizado de un dinosaurio
Los fósiles de dinosaurio no son siempre restos de huesos mineralizados. De vez en cuando, se obtiene una huella o las líneas que delimitan sus «alas».
A veces, en ocasiones menos frecuentes, los paleontólogas encuentran su particular «oro» y encuentran tejidos, piel, capilares y, por primera vez en la historia, un cerebro.
Un cazador de fósiles en Sussex, sureste de Inglaterra hace casi una década, se encontró con una pequeña piedra marrón. Después de ser analizada por un grupo de paleontólogos, se reveló que es el tejido cerebral de un Iguanodon, un dinosaurio herbívoro que vivió hace 113 millones de años, al inicio del Cretácico. Esta es la primera vez que se obtiene un ejemplo del tejido cerebral fosilizado de un dinosaurio. Aunque el tejido biológico original en sí ya no existe, el detalle de sus estructuras han sido increiblemente preservado, por lo que los investigadores se refieren a esta pieza como «el fantasma de un cerebro mineralizado». Las exploraciones detalladas también revelan que los restos fosilizados tienen, también, restos de vasos sanguíneos, colágeno capilares e incluso capas externas de tejidos neuronales.
El co-autor del estudio, Alex Liu, de la Universidad de Cambridge, afirmó que los tejidos cerebrales «son algunos de los tejidos menos probables que esperábamos encontrar de un vertebrado terrestre fosilizado».
El experto también confirma que la forma del cerebro de este dinosaurio es muy similar al de las aves de hoy en día, y que muestra algunas similitudes morfológicas a la de los cocodrilos de hoy en día.