En Irlanda no hay serpientes. ¿Por qué?
No, no fue por San Patricio
No, en Irlanda no hay serpientes. La isla comparte esa curiosidad biológica con Nueva Zelanda y Groenlandia. La leyenda cuenta que se debe a San Patricio, que devino exterminador sin contemplaciones. Al parecer (como buen cristiano) detestaba a los ofidios por su cercanía al mismísimo diablo. Sin embargo, otras son las razones por las que en Irlanda no hay serpientes. Conócelas aquí.
Cuando la Tierra era un solo bloque
Hace unos doscientos millones de años se produjo la partición del supercontinente Pangea en dos. Laurasia al norte y Gondwana al sur. Con el paso del tiempo este último se fue fragmentado. Hasta dar origen a lo que ahora conocemos como África, India, Antártida, Sudamérica y Australia.
Hace unos cien millones de años hicieron su aparición las primeras serpientes. Fue en Gondwana, lo cual explica que la ruptura continental del continente más austral propiciase que estos reptiles se extendieran por casi todo el planeta.
En el año 2018 un curioso hallazgo confirmó esta hipótesis. Un equipo de científicos descubrió una cría de una serpiente -preservada en una pieza de ámbar- en un ecosistema forestal de la actual Myanmar. Tenía una antigüedad de unos cien millones de años.
Las serpientes y el frío
Hace miles de años Inglaterra e Irlanda eran demasiado gélidas. Los animales de sangre fría podían vivir allí. Cuando los grandes glaciares se derritieron posibilitaron las conexiones terrestres desde Europa. Muchos animales aprovecharon la oportunidad para migrar hacia entornos desconocidos.
Se calcula que hace unos ocho mil años existió un puente terrestre en lo que ahora conocemos como Canal de la Mancha. Por allí pasaron jabalíes, osos, linces y… serpientes, entre otros muchos animales. Fue una época fascinante. Nuestros antepasados se enfrentaron a grandes retos medioambientales.
Sin embargo, la situación geológica de Irlanda era muy diferente. Geográficamente está separada de Gran Bretaña por un pequeño mar interior –Mar de Irlanda- que conecta con el resto del Océano Atlántico a través del Canal de San Jorge, por el sur, y por medio del Canal del Norte, en la zona septentrional.
Durante miles de años más Irlanda y Gran Bretaña estuvieron unidas por una capa de hielo. Eso impidió que las serpientes llegasen a esta isla.
Si hay un santo ligado a Irlanda ese es San Patricio. Es un misionero que nació a finales del siglo cuarto. Tradicionalmente se le asocia con haber utilizado al trébol de tres hojas como recurso literario para explicar la Santísima Trinidad. Se dice que introdujo el alambique. Y que realizó la proeza de haber librado a la isla de las serpientes.
San Patricio, el exterminador
Según la leyenda el santo, como buen cristiano, odiaba a los ofidios, la representación por antonomasia del demonio. Cierto día decidió exterminar a todas las serpientes de Irlanda. Para ello las condujo hasta un acantilado, desde donde se precipitaron al mar y murieron ahogadas. Desde entonces nunca más se ha vuelto a ver a un ofidio en la isla.
La expulsión de la serpiente supuso acabar con la lujuria, la ira y la codicia en el suelo irlandés. Fue el inicio de una nueva época, en la que el bien predominó sobre el mal. Una historia mágica, por supuesto.
Ya lo sabes. Si amas a las serpientes, o tienes una de mascota, no vayas a Irlanda. Allí, un santo las lanzó al mar.