El SS Ciudad de Adelaida pasó de ser un barco de pasajeros a un gran ecosistema
Dicen que la naturaleza reclama lo que el hombre abandona y existen un sin fin de ejemplos en todo el planeta. Uno de ellos es el SS Ciudad de Adelaida que fue un navío de pasajeros. Fue hundido hace más de 100 años en Australia y en la actualidad es una isla, con forma de barco, que contiene un ecosistema completo a bordo.
Historia del SS Ciudad de Adelaida
El SS Ciudad de Adelaida fue un navío a vapor, de pasajeros, construido en Escocia en 1863. Navegó y trasladó turistas entre Melbourne, Sydney, Honolulu, entre otras ciudades. Tras casi 30 años prestando servicios, recibió un reacondicionamiento para transformarse en un velero para carga.
Ya sin su sala de máquinas, pronto se convirtió en un depósito de carbón. Y en 1912 se incendió. Quedó convertido en poco más que una chatarra flotante. En esa época lo compraron para hacer de rompeolas en el embarcadero de Picnic Bay. Lamentablemente para sus dueños, cuando lo remolcaban a su destino, encalló en un banco de arena en Cockle Bay. Y allí se quedó para siempre, hasta transformarse en la maravilla en que la naturaleza lo convirtió.
Ya encallado provocó algunos problemas
Sin embargo, durante los más de cien años que lleva encallado, ocasionó algunos problemas. Durante la Segunda Guerra Mundial en 1942, un bombardero que realizaba maniobras de entrenamiento, chocó contra su mástil y se estrelló llevándose consigo dos vidas humanas.
Algunos años después, en la década de 1970, un ciclón que azotó la zona, produjo serios daños en los metales ya corroídos de su casco. De todas formas, el estar más de cien años sumergido no provocó que su fisonomía cambiase mucho. Actualmente se puede ver que se trata de un barco, sin el porte de los cruceros actuales, pero conservando la fisonomía del casco.
La naturaleza siempre nos sorprende
Durante las últimas décadas se cubrió de un bosque de manglares. El propio casco del barco retiene sedimentos que lo propiciaron. Los árboles encontraron allí un lugar inmejorable para echar raíces.
Como resultante, el viejo navío que hace más de un siglo transportaba gente de Australia a Hawai, se convirtió en una isla rebosante de vida natural. Por otra parte, por lo inusual de su fisonomía isleña con forma de barco, se convirtió en una estrella dentro de Instagram.
Las fotografías tomadas por los usuarios de esa popular red social, lo convirtieron en un instagrammer con miles de “likes”. Como la zona marina de su varadura está protegida, el lugar es inmejorable para que la isla crezca fuerte y sana.
Al estar asentado en un banco de arena, el mismo casco promueve que los sedimentos marinos queden allí anclados. Esto favorece la adsorción de nitrógeno enriqueciendo el suelo formado en el barco, que se llenó de crustáceos, peces y aves que viven allí.
En un mundo donde las noticias sobre la destrucción de la naturaleza son frecuentes, la isla del SS Ciudad de Adelaida es un pequeño oasis en medio del caos. Es una prueba más de que la naturaleza siempre se abre camino y logra reconstruirse.