El sonido de los cocodrilos
El león ruge, el elefante barrita, el búho ulula y el asno rebuzna. ¿Y cuál es el sonido de los cocodrilos? Es el siseo. Aunque no lo parezca, son los reptiles que más vocalizan. Pueden llegar a emitir hasta una veintena de sonidos diferentes.
Las eufonías más singulares son las que prorrumpen las crías antes de nacer. Son sonidos nos recuerdan a los lamentos de un bebé. Un estudio de la científica Amélie Verge analizó el valor biológico de estos.
Llamando a la madre
Se colocó en incubadoras huevos de diez cocodrilos puestos unos tres meses antes. Registró los gemidos que emitían las crías. Tiempo después, los reprodujo en altavoces ocultos bajo la arena. Esto atrajo la atención de las hembras que se pusieron a buscar los huevos con enorme frenesí. Se concluyó que las crías avisan con sus lamentos a la madre de que están a punto de eclosionar. Ellas reaccionan buscándolos y desenterrándolos para ayudarlos a salir.
Los geckos, unos lagartos pequeños, también vocalizan. Producen gorjeos, chasquidos y chillidos que reciben el nombre de ‘ladridos’. A veces es una demostración territorial o de cortejo. Les sirve para atraer la atención de las hembras y de los machos.
Otros reptiles que también se comunican de forma audible son las lagartijas. Sisean para ahuyentar a posibles depredadores. El lenguaje de la lagartija es enormemente complejo y que sigue una serie de ‘reglas gramaticales’. Lo forman tres componentes: el movimiento de la cabeza, las flexiones del pecho y el movimiento de las patas. Se empareja cada una de esas acciones con los diferentes sonidos que puede realizar la lagartija. Esto ofrece un amplio abanico de posibilidades.
Más voces
Las salamanquesas tienen otro amplio repertorio de sonidos. Los usan para defenderse de sus depredadores y comunicarse con sus congéneres. En los machos se han llegado a identificar hasta once repeticiones. Las hembras suelen emitir tan solo una llamada, por lo general durante la época de apareamiento.
El sonido de los cocodrilos tiene un claro significado y un fin específico. Pero son muchos los reptiles que, a su modo, les “hablan” a otros animales y a sus congéneres.