La esperanza de vida de estos reptiles es de unos 80 años, tardando varias décadas en alcanzar la madurez sexual. Durante la época de puesta las hembras vuelven a la playa donde nacieron y buscan un lugar bueno para hacer su nido, que cavan con sus aletas hasta una profundidad de 50 centímetros. Deposita entre 50 y 100 huevos de cáscara blanda. Tras esto los cubre con arena y regresa al mar.
La temperatura a la que se encuentra la arena influirá en el sexo que tendrán las crías. Las arenas más finas conservan mejor las altas temperaturas, lo cual reduce el tiempo de incubación resulta en que nazcan más hembras que machos.
