El pájaro Potoo, rey del camuflaje
El pájaro Potoo es uno de los animales más fascinantes que se encuentra en las selvas de América Central y del Sur. Con su plumaje marrón moteado y su cuerpo pequeño y esbelto, parece un ave común a primera vista. Sin embargo, su comportamiento y sus habilidades son extraordinarias. Es un rey del camuflaje.
Características del pájaro Potoo
El Potoo pertenece a la familia Nyctibiidae y se encuentra en todo el continente americano, desde México hasta Argentina. A menudo se les llama “pájaros nocturnos” debido a su comportamiento crepuscular y a que se alimenta durante la noche. Son solitarios y pasan la mayor parte del día descansando en ramas de árboles, donde se camuflan perfectamente gracias a su capacidad para imitar la textura y el color del tronco del árbol. Es difícil detectarlos durante el día, ya que permanecen inmóviles y con los ojos cerrados, lo que los hace parecer una rama o un nudo en el árbol.
Durante la noche, los Potoos salen a cazar insectos. Son excelentes cazadores, gracias a su gran apertura de boca que les permite capturar presas de gran tamaño en pleno vuelo. Su vuelo es silencioso y posee una notable visión nocturna favorecido por sus grandes ojos.
Su habilidad para confundir a los depredadores es extraordinaria. Si se siente amenazado, el pájaro adopta una postura única: cierra los ojos y eleva su pico hacia el cielo. Esto le da la apariencia de una rama partida o una rama muerta, lo que dificulta ver donde está.
Esta capacidad para camuflarse y confundir a los depredadores es cada vez más importante debido a la deforestación y la urbanización en muchas zonas de su hábitat.
Mide unos 35 centímetros y también se lo conoce como ave bruja, pájaro estaca, guajojó, ayaymamá o nictibio urutaú. Pone un solo huevo y es el macho quien lo incuba durante el día y la hembra, durante la noche. Su período de incubación es de 33 días.
Cuenta su leyenda…
Según una leyenda de los indios Guaraní de Sudamérica, el Potoo era un mensajero celestial enviado por el Dios Sol para llevar noticias a los humanos durante la noche. La leyenda cuenta que el Dios Sol lo creó con plumas marrones y ojos gigantes para que pudiera ver en la oscuridad y encontrar el camino en la noche.
Su canto es muy peculiar, es como un lamento o como si alguien estuviese llorando. Cuenta otra de sus leyendas que en Perú, cierta vez hubo una epidemia en una tribu. Una madre, sabiéndose contagiada, llevó a sus dos hijos al bosque y los dejó allí para evitarles el contagio. Por la noche, los niños buscaron a su madre mientras lloraban por no encontrarla. Desearon entonces convertirse en pájaros para encontrar a su madre y llamarla desde el aire. El espíritu de la selva se apiadó de ellos y los convirtió en pájaro Potoo. Al llegar a su casa, no hallaron a su madre, por lo que siguen lamentándose con su canto peculiar “ayaymamá”, como se llama a esta ave en Perú.