El ojo del Sahara
En el desierto africano de Sahara, exactamente en la localidad de Mauritania encontramos una curiosa forma geológica que intriga por su forma de ojo de buey, que se descubrió con las primeras misiones espaciales. Fue descubierta en junio de 1965 por los dos tripulantes de la misión Gemini 4 de la NASA, el comandante James McDivit y el piloto Edward White que comenzaban una aventura espacial que consistía en orbitar la Tierra.
El ojo de Sahara o estructura de Richat es una hermosa formación que consiste en líneas espirales con un diámetro de 50 kilómetros. Lo que demuestra que es inmensa y que se trata de un auténtico espectáculo natural.
Pero ¿por qué se ha formado? Pues se dice que fue provocado por un meteorito que impactó en el desierto africano hace millones de años, pero existen otras teorías que defienden que es una formación geológica natural una estructura simétrica de un domo anticlinal que ha sido erosionado por millones de años, y este es en sí, es su núcleo.
En el núcleo de la estructura se hallan rocas de épocas como el Proterozoico o Ordovicíco con calizas y dolomitas. Pero destituyendo la teoría del meteorito no existen evidencias del impacto de éste. La estructura y su núcleo, representan el complejo magmático alcalino de la edad Cretácica.
Llama la atención ver desde el espacio el desierto más grande del mundo, sin vegetación ni apenas formaciones geológicas y detectar al instante un enorme ojo con orden concéntrico que irrumpe la simplicidad de la zona. Es algo bellísimo que nos regala la tierra y que durante años ha expulsado rocas y otros materiales de su centro.