Es un animal hermoso y fascinante. Está vigilado, para su preservación. Pero su hábitat, sin embargo, se reduce. Y su presencia es cada vez más fantasmal. El lince canadiense está en peligro en su hábitat estadounidense. No es la única especie. Y la pérdida del hielo y la nieve están directamente relacionadas con su posible desaparición.
Lo detectó un estudio de investigadores de la Universidad Estatal de Washington. El lince canadiense (Linx canadienses) solo fue visto en un 20% de su hábitat potencial en el estado. El estudio se titula Will Lynx Lose Their Edge? Canada Lynx Occupancy in Washington. Se publicó en la revista especializada Journal of Wildlife Management. Cubrió más de 7.300 kilómetros cuadrados de territorio con cámaras trampa. Solo detectó al lince en solo 29 de las 175 áreas vigiladas.
«Los resultados muestran una imagen alarmante no solo del lince. También muchas otras especies adaptadas al frío» explica Dan Thornton, profesor de la WSU. «Los linces son buenas especies centinela para el cambio climático». Dijo también: “A medida que desaparecen nos proporcionan información sobre lo que sucederá después».
Las causas
¿Qué está pasando? Incendios forestales, aumento de temperaturas, menos nieve. El lince tiene patas grandes adaptadas para cazar en la nieve. Cuando esta se va, aparecen otros competidores: el puma, por ejemplo.
La conexión con las poblaciones canadienses es clave para el lince en Washington. Esa conexión se complica por el diferente estado de conservación en el país vecino. En Washington están protegidos a nivel estatal y federal como una especie amenazada. En Canadá se cazan por su piel.
El lince está en los estados de Maine, Minnesota, Montana, Colorado, Idaho y Washington. Un proyecto evalúa quitar su protección para la zona norte en los próximos años. Algo que aumentaría el riesgo del animal.
El lince es difícil de estudiar y las estimaciones de individuos reales son difíciles. Se supone que el área en el que está presente solo podría soportar de 38 a 61 linces.
Los investigadores desplegaron 650 cámaras trampa. Generaron más de 2 millones de imágenes. Fueron clasificadas con la ayuda de docenas de estudiantes voluntarios de la WSU.
Es la primera vez que se emplea un método tan completo que utiliza trampas de cámara para rastrear el lince. Thornton y sus colegas esperan ampliar este tipo de estudios, buscando revertir la amenaza: el lince canadiense está en peligro, y su pérdida sería terrible para el mundo.
