En una región llamada Mayak en Rusia encontramos el lago más contaminado del mundo, el lago Karachai.
Este lago está junto a una central nuclear que fue una de las más grandes e importantes de la antigua Unión Soviética, construida inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial con mucha prisa para crear plutonio para armas nucleares.
A lo largo de todos estos años esta central ha sido protagonista de varios accidentes y desastres relacionados con la energía nuclear y la radiación. Tanto la central nuclear como la ciudad construida para servirla fueron escondidas por el Gobierno hasta 1992.
El lago del que hablamos es un lago casi seco ubicado al sur de la planta nuclear que pasó más de 25 años recibiendo los desperdicios de esta central. Inicialmente los residuos se vertían en el río Techa, pero como esos vertidos seguían su cauce y contaminaban cientos de litros de agua decidieron verter esos desperdicios en un lugar que no se moviera.
Fue así como se implantó el lago Karachai para recibir desperdicios de más alto nivel radiactivos ya que era un lago autosuficiente, mientras otro lago cercano recibía los desperdicios de nivel medio.
