El hongo de velo de novia y las moscas, una curiosa asociación
Phallus indusiatus, comúnmente llamado el hongo de bambú o de velo de novia, habita en zonas tropicales de Asia, África, América y Australia, donde crece en bosques y jardines con suelos ricos en nutrientes. La característica más llamativa de este espécimen tan singular es la presencia de una «falda de encaje» (indosium), similar a una red muy delicada, que cuelga rodeando el tallo por debajo de una tapa o gorra de forma acampanada.
La forma de reproducción de esta curiosa seta es muy diferente de la que utilizan la mayoría de las setas, que generalmente dispersan sus esporas usando el aire como vehículo. El hongo de velo de novia produce, en su gorra, una masa pegajosa de color verde (gleba) pestilenta que atrae a las moscas y a las abejas. Estos pequeños insectos alados acuden al hongo para alimentarse de sus esporas y a cambio, las dispersan contribuyendo así, a su reproducción. Este fuerte y dulce olor a carroña se puede oler a una distancia considerable en los bosques y, para la mayor parte de personas, resulta realmente repulsivo.
El cuerpo de la fruta del hongo, la seta, puede llegar alcanzar los 30cm de altura y, aunque su olor no lo hace muy apetecible, es comestible. De hecho es un ingrediente muy valorado en la alta cocina china. Se cultiva con fines comerciales y por lo general, se vende en los mercados de Asia. Es rico en proteínas, carbohidratos y fibra dietética y contiene diversos compuestos bioactivos, antioxidantes y antimicrobianos.
Falo indusiatus fue descrita por primera vez científicamente, en 1798 por el botánico francés Étienne Pierre Ventenat, aunque dispone de una historia bien documentada sobre su uso en la medicina china tradicional en el siglo VIIdC.