Lo detectó el submarinista Gregg Furstenwerth. Era un pez de los Cayos de Florida (Estados Unidos), con una inusual conducta. El sargo estaba girando y arremolinándose en círculos invertidos. Desconcertado, grabó el comportamiento con su cámara submarina. Pronto, se enteraría de muchos otros casos similares. ¿A qué se debe el extraño comportamiento de los peces?
Los avistamientos se producían cerca de la parte baja de los Cayos, un archipiélago tropical de islas al sur de Florida continental. Después aparecieron tres informes en Miami y otros más. A la fecha, se detectó esto en al menos 44 especies, entre ellas el pez sierra de dientes pequeños. Está en peligro crítico de extinción. Muchos peces han aparecido muertos, aunque no existe un recuento oficial.
Posibles culpables
Se desconoce qué causa que los peces enfermen. Se inició una investigación conjunta entre varias universidades, institutos y organismos estatales. «Queremos saber qué es», dice Alison Robertson, científica marina. «Esperamos identificarlo y poder aportar soluciones».
Es muy extraño ver un evento tan prolongado que afecta a tantas especies diferentes. Entre las posibles causas están las floraciones de algas nocivas. Estas pueden producir neurotoxinas que afectan al comportamiento de los peces. El bajo nivel de oxígeno y los parásitos son otros factores.
Especialmente preocupante es el pez sierra de diente pequeño, incluido en la lista de la Ley de Especies Amenazadas de EE. UU. desde 2003. Es una de las cinco especies de peces sierra que existen en el mundo y la única en aguas estadounidenses. A principios de marzo, 21 peces sierra habían aparecido muertos. Hay muchos otros en peligro. «Desde el punto de vista del pez sierra, es obviamente muy preocupante que mueran tantos animales grandes», afirman los investigadores.
Amenazados
El pez sierra de dientes pequeños que puede alcanzar los 3,6 metros de longitud. Existía históricamente a ambos lados del Atlántico. Pero solo quedan dos poblaciones en las Bahamas y EE. UU., esta última de mayor tamaño. Esto significa que la recuperación de la especie depende en gran medida de la población estadounidense.
El extraño comportamiento de los peces es una amenaza clara. «Aún no sabemos si es potencialmente catastrófico», afirma Robertson; «mi esperanza para difundir la noticia es simplemente que llegue a más personas».
